“Por el momento no hay inconvenientes”, dijo un directivo. Hoy se realizará una reunión con funcionarios mexicanos por el intercambio comercial de autos, que dejó un fuerte déficit en 2011.
El control de la importaciones en la industria automotriz provoca definiciones en el sector. Mientras que ayer, el director de Comunicaciones de Peugeot Argentina, Pablo Sánchez Liste, aseguraba que “no hay ningún problema de disponibilidad de ninguna pieza importada para ningún tipo de auto” que produce esa automotriz de origen francés. Al mismo tiempo trascendía que hoy las autoridades nacionales se encontrarán con funcionarios mexicanos para tratar la importación de autos desde México.
Respecto de Peugeot, Sánchez Liste le dijo a la agencia Télam que “por el momento no hay ningún inconveniente” ante la consulta en torno al funcionamiento del régimen de Declaración Jurada Anticipada para Importaciones (DJAI), puesto en marcha a principios de febrero pasado.
Asimismo, el ejecutivo precisó que la compañía viene “cubriendo el plan de productos de acuerdo a lo previsto”, y afirmó que “no se vislumbran problemas en ese sentido”.
De acuerdo con datos de la industria, los automóviles que produce Peugeot (140 mil en 2011) en su planta de El Palomar, provincia de Buenos Aires, como es el caso del 308 y el utilitario Partner, llevan entre un 30 y 40% de partes de origen nacional.
Respecto de la delegación mexicana, que será recibida hoy por la ministra de Industria, Débora Giorgi, y la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, se sabe que estará compuesta por funcionarios de la embajada de ese país. Giorgi planteará la necesidad de la Argentina de discutir la política automotriz dado el deterioro progresivo del saldo comercial bilateral del sector, responsable de buena parte del déficit argentino de U$S 995 millones de 2011. Ello supone analizar el Acuerdo de Complementación Económica Nº 55, firmado en 2002, que establece las pautas del comercio automotor entre México y los países del Mercosur. Los funcionarios argentinos plantearán un mayor acceso de vehículos de producción local al mercado mexicano y una mayor integración de piezas nacionales en la industria automotriz mexicana.
Además, en fuentes del sector se afirmó que hay fuertes sospechas de que “muchas” de las partes de los autos llegados desde el país azteca y que figuran como de ese origen, en realidad provienen de China, Corea o de países del Sudeste asiático, con lo que México estaría violando el acuerdo porque no cumpliría con el mínino de partes nacionales que deben tener sus autos .
La Argentina se apoya en el reclamo de Brasil en el mismo sentido, cuyo comercio con México le generó el año pasado un déficit de U$S 1700 millones.
Respecto de Peugeot, Sánchez Liste le dijo a la agencia Télam que “por el momento no hay ningún inconveniente” ante la consulta en torno al funcionamiento del régimen de Declaración Jurada Anticipada para Importaciones (DJAI), puesto en marcha a principios de febrero pasado.
Asimismo, el ejecutivo precisó que la compañía viene “cubriendo el plan de productos de acuerdo a lo previsto”, y afirmó que “no se vislumbran problemas en ese sentido”.
De acuerdo con datos de la industria, los automóviles que produce Peugeot (140 mil en 2011) en su planta de El Palomar, provincia de Buenos Aires, como es el caso del 308 y el utilitario Partner, llevan entre un 30 y 40% de partes de origen nacional.
Respecto de la delegación mexicana, que será recibida hoy por la ministra de Industria, Débora Giorgi, y la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, se sabe que estará compuesta por funcionarios de la embajada de ese país. Giorgi planteará la necesidad de la Argentina de discutir la política automotriz dado el deterioro progresivo del saldo comercial bilateral del sector, responsable de buena parte del déficit argentino de U$S 995 millones de 2011. Ello supone analizar el Acuerdo de Complementación Económica Nº 55, firmado en 2002, que establece las pautas del comercio automotor entre México y los países del Mercosur. Los funcionarios argentinos plantearán un mayor acceso de vehículos de producción local al mercado mexicano y una mayor integración de piezas nacionales en la industria automotriz mexicana.
Además, en fuentes del sector se afirmó que hay fuertes sospechas de que “muchas” de las partes de los autos llegados desde el país azteca y que figuran como de ese origen, en realidad provienen de China, Corea o de países del Sudeste asiático, con lo que México estaría violando el acuerdo porque no cumpliría con el mínino de partes nacionales que deben tener sus autos .
La Argentina se apoya en el reclamo de Brasil en el mismo sentido, cuyo comercio con México le generó el año pasado un déficit de U$S 1700 millones.
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