El fiscal Delgado le pidió al juez Bonadío un plazo perentorio para las pericias
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En su declaración, el motorman de 25 años dijo que en el accidente no funcionó el sistema hidráulico al final del andén.

Desde la semana pasada, el expediente que investiga el trágico accidente de la estación Once del Ferrocarril, y lleva el Nº 1170/12, no para de recopilar datos, declaraciones y pruebas sobre el pésimo estado de la red ferroviaria metropolitana. La creciente masa de documentos que instruye el juez federal Claudio Bonadío, no deja de revelar nuevos detalles sobre las  posibles causas que determinaron la génesis del segundo accidente ferroviario más importante de la historia nacional. Uno de esos detalles, desconocido hasta ahora y crucial para el futuro de la investigación, fue mencionado por un joven de 25 años, cuyo nombre pasó a la historia luego de las 8:30 del martes pasado. No es otro que Marcos Antonio Córdoba, el maquinista del tren 3772 que, cuando todavía no se había recuperado del trauma del choque y de los daños en su cuerpo, advirtió sobre el pésimo estado del parachoques del andén, es decir, de los dos largos frenos hidráulicos que tiene cada estación cabecera para contener la llegada final de cada tren.
“Quiero dejar sentado que luego del choque observé que los dos cilindros del paragolpes se encontraban partidos, pero por lo que yo tenía entendido, el parachoque es hidráulico y cumple la función de amortiguar el golpe y llevar la formación hacia atrás, lo cual no sucedió en el accidente”, explicó Córdoba, que luego demostró, en carne propia, un indicio sobre el estado obsoleto de los dos artefactos hidráulicos. “Momentos antes del choque llegué a levantarme del asiento y mi cara impactó contra la ventanilla”, sostuvo el hombre para graficar que, si los frenos hubieran funcionado, eso jamás habría ocurrido o, al menos, no habría ocurrido con la fuerza que comprimió a casi 200 personas en un sector del primer vagón. La declaración del  maquinista fue revelada por la periodista Romina Mangel.
Este dato, que amplía las vinculaciones del accidente con la falta de mantenimiento de la red, se suma otros detalles que se conocieron recientemente sobre la declaración del motorman y que, para muchos usuarios del Sarmiento, revivió una escena cotidiana que, desde entonces, se transformó en un recuerdo dramático. “Llegando a la estación Caballito, hago uso del freno y noto que la formación tiene ‘frenos largos’, lo cual implica que tarda mucho en frenar. Logré frenarla pasándome un poco y retrocedo un poco hacia atrás cuando la formación ya estaba detenida, para que suba y baje el pasaje. El guarda cierra las puertas, me despacha y continúo en marcha hacia Once a una velocidad normal, pero llegando a la Cabina B11 (ubicada a 200 y 300 metros del parachoque), empiezo a usar el freno para disminuir la velocidad de la formación, pero noto que el freno no responde, hago de vuelta uso del freno, pero no respondía, entonces abro la válvula de emergencia, pero tampoco respondió al frenado”, contó el conductor, notoriamente amargado.
Ese dato, junto a las evidencias sobre la virtual ausencia de parachoques, será determinante en la investigación que evoluciona en el legajo 1170. Según esa bitácora judicial, ayer el fiscal federal Federico Delgado, le pidió al juez Bonadío que le reclame al Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido, un informe para saber si realmente la concesionaria “TBA tuvo 451 multas durante la última década. En el mismo escrito, el fiscal que intervino en la causa de las coimas del senado, también le pidió a Bonadío que se fije “un plazo perentorio” en los términos del artículo 260 del código penal, que le confiere potestades al juez para establecer límites de tiempo a los peritos. Hasta ahora, Bonadío no lo hizo, pero el pedido de Delgado podría forzarlo a definirlo, 48 horas después que la presidenta Cristina Fernández dijera, en su último discurso, que “en 15 días” se debían conocer los responsables de la tragedia.

Operaron a Schiavi

El secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, sufrió ayer una descompensación por lo que debió ser trasladado al Instituto Fleni, donde se le realizó una angioplastia coronaria que fue calificada por los profesionales que lo atendieron como “exitosa”.
El parte médico difundido anoche explica que el secretario de Transporte ingresó por la mañana al centro asistencial con un “episodio de dolor en el pecho”, y que al momento de emitirse esa comunicación, Schiavi se encontraba “lúcido y recuperándose sin complicaciones”. El funcionario se encontraba en su oficina, ubicada en el mismo edificio de los Ministerios de Planificación, Economía e Industria, cuando se descompuso y fue asistido en primera instancia por sus colaboradores. Dentro de las próximas 48 horas, y previo al alta médica, se emitirá un nuevo parte.

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