Debate conjunto de las comisiones de relaciones exteriores de ambas cámaras
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En simultáneo a la declaración de un grupo de intelectuales y periodistas que piden un cambio en la política oficial, los legisladores del FPV y fuerzas opositoras delinearán el documento que será aprobado el viernes en Ushuaia.

Por Felipe Yapur y Agustín Alvarez Rey

La soberanía de Malvinas y la militarización del Atlántico Sur son los temas centrales del documento que impulsa el Frente para Victoria y que hasta ahora todos los partidos, con representación parlamentaria, demostraron intención de respaldar. El texto se discutirá esta tarde en el Congreso, donde están convocados los diputados y senadores que forman parte de las comisiones de Relaciones Exteriores de ambas Cámaras. La declaración será aprobada el viernes en Ushuaia en una reunión extraordinaria de esos cuerpos.  “Vamos a dejar en claro la posición de todas las fuerzas políticas sobre el tema Malvinas y reafirmaremos que el único camino es el diálogo”, aseguró el diputado kirchnerista Guillermo Carmona.
El camino hacia Ushuaia tiene una etapa previa que se cumplirá esta tarde. A las 17, los miembros de las comisiones de Relaciones Exteriores de ambas Cámaras se reunirán en el Senado. La intención es trabajar sobre una declaración que se aprobará en el encuentro de Tierra del Fuego. “Será un encuentro de carácter absolutamente político donde todas las fuerzas políticas reafirmaremos la soberanía de las islas”, aseguró la vicepresidenta del bloque del FPV, Juliana Di Tullio.
Una de las preocupaciones que plantean de antemano los dirigentes de la oposición es si a esa declaración se le podrá hacer agregados. “Todos debemos tener una idea positiva y hacer un aporte para recuperar la soberanía. Lo que estamos planteando es una posibilidad de plantear ideas, debatirlas y aportar en conjunto para recuperar la soberanía”, afirmó el socialista santafesino Juan Carlos Zabalza. En el mismo sentido se expresó Virginia Linares, diputada del GEN, quien consideró que la soberanía de Malvinas es un tema común, que todos los bloques respaldan y por eso “se hace necesario que el gobierno consensúe con la oposición la estrategia a seguir. Eso es un política de Estado”, afirmó.
En ese sentido, Carmona quien preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, sostuvo: “Esperamos llegar a una situación de acuerdo, sobre todo porque todos han señalado este tema como una política de Estado.”
Además, aclaró que en lo único que no van a ceder “es el sostenimiento con firmeza el reclamo pacífico de la soberanía”.
El documento que se aprobará en la capital de Tierra del Fuego será, de acuerdo al reglamento parlamentario, un dictamen de proyecto de declaración. Daniel Filmus, presidente de la comisión en el Senado, anticipó que lo aprobado en el sur deberá “ser sometido a votación de las dos cámaras cuando se reanude la actividad parlamentaria”. “Esperemos que sea el primer tema que se trate en las dos Cámaras cuando comience el período ordinario”, puntualizó.
Mientras los legisladores acuerdan una posición única, ayer se conoció que un grupo de periodistas e intelectuales presentarán un documento que plantea, supuestamente, otro enfoque, y donde la soberanía queda en segundo plano supeditada al deseo de los habitantes actuales de las islas. Ese pronunciamiento llevará el título “Malvinas, una visión alternativa” y contará con el apoyo de una veintena de firmas como las de Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli, Santiago Kovadloff, Rafael Filippelli, Emilio de Ípola, Vicente Palermo, Pepe Eliaschev, Jorge Lanata y los historiadores Luis Alberto Romero e Hilda Sábato, entre otros.
“Si no hubiera habido una invasión inglesa los habitantes de Malvinas se llamarían Pinedo, Álvarez, López o Castro. El derecho a la autodeterminación de los pueblos no le corresponde a un pueblo implantado”, afirmó el referente en temas internacionales de Proyecto Sur, el ex diputado Mario Cafiero. Desde Libres del Sur también se rechazó esa iniciativa:“Esta argumentación, esgrimida por dichos intelectuales, va en la misma dirección de la que usan los propios británicos para saldar el diferendo: que resuelvan qué quieren hacer los habitantes de las islas.”
Filmus también se refirió a ello al sostener: “No estamos hablando de un pueblo originario. Por eso Naciones Unidas no puede sentar un precedente en este caso. Son habitantes trasplantados a un territorio que fue usurpado.”

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