El ex canciller es uno de los mencionados en los cables secretos del Departamento de Estado
Para el ex ministro la filtración de los 250 mil documentos “es un golpe al prestigio de los Estados Unidos”. Para el ex embajador Diego Guelar, se trata de “transcripciones de informes” que se han “leído en la prensa internacional”.
Los cables secretos del Departamento de Estado de los Estados Unidos tuvo varias repercusiones en el mundo diplomático, y fueron varios los que salieron a dar su punto de vista. El más trascendente, sin dudas, fue el del ex canciller Jorge Taiana, mencionado en algunas de las comunicaciones entre Buenos Aires y Washington, quien no dudó en calificar al material como “chusmerío de baja estofa”. Taiana también fue contundente al referirse al cable que lo tiene de protagonista, donde se analiza si tuvo responsabilidad en un atentado en julio de 1975 en Buenos Aires. “Es una infamia y una canallada”, advirtió. “Es la prueba de irresponsabilidad con que se maneja esa información y que es una particular infamia: la que se me señala a mí como autor de un atentado que hubo en Buenos Aires el 4, 5 de julio del ’75, exactamente cuando yo llevaba más de una semana detenido, incomunicado y torturado”, subrayó.
Para el ex ministro la filtración de los 250 mil documentos, además, “es un golpe al prestigio de los Estados Unidos, que tenía en custodia esa información” y cambiará la forma en que se desarrollará en el futuro la diplomacia.
Por las filtraciones de material confidencial de los Estados Unidos, se supo que en marzo de 2009 la División de Biografías de la Oficina de Enlace de Inteligencia del mismo Departamento de Estado agradeció a la sede diplomática en la Argentina por el material enviado con relación a Taiana. En el mismo texto, los funcionarios se mostraron contentos por haber recibido material sobre los “varios nietos de Taiana “ y la habilidad del ministro para contar chistes y distender reuniones tensas. Jorge Argüello, actual embajador argentino ante las Naciones Unidas, destacó, en cambio, que lo “sorprendente” del episodio es “el uso de canales diplomáticos para el espionaje”. El representante ante la ONU opinó que se trata de “un asunto muy delicado, grave y serio”. Entre los papeles revelados por el sitio WikiLeaks, difundidos a través de cinco medios internacionales, los funcionarios norteamericanos hablan acerca de seguirle los pasos de cerca a Ban Ki-moon, la máxima autoridad de las Naciones Unidas. “Es un asunto muy delicado que por lo menos pondrá en una situación embarazosa al gobierno de los Estados Unidos. Nosotros no hemos visto el desmentido de ninguno de estos cables”, reflexionó Argüello.
El ex vicecanciller del gobierno de Carlos Menem, Andrés Cisneros, por su parte, aseguró que el intento estadounidense de averiguar sobre la salud mental de la presidenta Cristina Fernández es “francamente ofensivo y un agravio al país, cualquiera sea la opinión que se tenga sobre el gobierno de los Kirchner”. Sin embargo, minimizó el material conocido de momento: “son chismes de familia y cosas de poca monta”. “Yo me preocuparía por saber si la Argentina y Brasil van a fabricar armas atómicas alguna vez o no, y no por las preguntas tontas que hacen sobre la salud mental o si España piensa devaluar o no, y no si José Luis (Rodríguez) Zapatero es romántico”, planteó Cisneros.
El ex embajador en los Estados Unidos Diego Guelar, referente del PRO, dijo que las filtraciones del sitio WikiLeaks “son transcripciones de informes” que ya se han “leído en la prensa internacional”. “Es un escándalo menor, con mucho ruido y pocas nueces”, consideró Guelar, quien estuvo al frente de la embajada durante la gestión de Eduardo Duhalde.
Para el ex ministro la filtración de los 250 mil documentos, además, “es un golpe al prestigio de los Estados Unidos, que tenía en custodia esa información” y cambiará la forma en que se desarrollará en el futuro la diplomacia.
Por las filtraciones de material confidencial de los Estados Unidos, se supo que en marzo de 2009 la División de Biografías de la Oficina de Enlace de Inteligencia del mismo Departamento de Estado agradeció a la sede diplomática en la Argentina por el material enviado con relación a Taiana. En el mismo texto, los funcionarios se mostraron contentos por haber recibido material sobre los “varios nietos de Taiana “ y la habilidad del ministro para contar chistes y distender reuniones tensas. Jorge Argüello, actual embajador argentino ante las Naciones Unidas, destacó, en cambio, que lo “sorprendente” del episodio es “el uso de canales diplomáticos para el espionaje”. El representante ante la ONU opinó que se trata de “un asunto muy delicado, grave y serio”. Entre los papeles revelados por el sitio WikiLeaks, difundidos a través de cinco medios internacionales, los funcionarios norteamericanos hablan acerca de seguirle los pasos de cerca a Ban Ki-moon, la máxima autoridad de las Naciones Unidas. “Es un asunto muy delicado que por lo menos pondrá en una situación embarazosa al gobierno de los Estados Unidos. Nosotros no hemos visto el desmentido de ninguno de estos cables”, reflexionó Argüello.
El ex vicecanciller del gobierno de Carlos Menem, Andrés Cisneros, por su parte, aseguró que el intento estadounidense de averiguar sobre la salud mental de la presidenta Cristina Fernández es “francamente ofensivo y un agravio al país, cualquiera sea la opinión que se tenga sobre el gobierno de los Kirchner”. Sin embargo, minimizó el material conocido de momento: “son chismes de familia y cosas de poca monta”. “Yo me preocuparía por saber si la Argentina y Brasil van a fabricar armas atómicas alguna vez o no, y no por las preguntas tontas que hacen sobre la salud mental o si España piensa devaluar o no, y no si José Luis (Rodríguez) Zapatero es romántico”, planteó Cisneros.
El ex embajador en los Estados Unidos Diego Guelar, referente del PRO, dijo que las filtraciones del sitio WikiLeaks “son transcripciones de informes” que ya se han “leído en la prensa internacional”. “Es un escándalo menor, con mucho ruido y pocas nueces”, consideró Guelar, quien estuvo al frente de la embajada durante la gestión de Eduardo Duhalde.
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