Dos noticias se destacan hoy: el cruce de Cristina con Cameron en el G-20 y el paro nacional declarado por el gremio de camioneros: Clarín y La Nacion priorizan esta última noticia en contraposición a Página/12 y Tiempo Argentino que en sus respectivas portadas la abordan sin darle la trascendencia que se merece, algo que no pareciera ser lo más inteligente puesto que lo mejor que se puede hacer cuando se está en las puertas de un conflicto complejo es asumirlo lo antes posible, no tratar de minimizarlo.

Que Moyano iba a tensar la cuerda al límite era sabido; tanto como que iba a buscar la coartada para lanzar un paro un mes antes de las elecciones en la CGT, donde todo indica que no las tiene todas consigo.

La postura de máxima de Camioneros busca claramente dinamitar toda posibilidad de acuerdo. No van a conseguir el 30 % de aumento cuando otros gremios tan o más importantes ya cerraron en torno al 24%. Esto pone a Moyano en un lugar muy cercano al aislamiento, en un contexto donde sigue perdiendo apoyos y muchos de los dirigentes que lo acompañaban están abriéndose porque no comparten el rumbo tomado por el camionero. Desde la amenaza de marzo de 2011 donde estuvo a punto de lanzar un paro verdaderamente bochornoso por un pedido de la justicia suiza en adelante, Hugo Moyano fue elaborando un perfil cada vez más antipático para con el gobierno. En ese derrotero no se privó de nada y el paso de los días le fue demostrando que en rigor no era tanto el poder que tenía sino que, además, buena parte del mismo provenía del apoyo de Casa Rosada. En la actualidad, cualquiera de los posibles desenlaces de la interna cegetista demuestra que ya no acumula el poder que supo ostentar.

Lo único que está en discusión, o que le interesa a la sociedad, es qué capacidad de daño puede tener el gremio de los camioneros si la emprende con una política salvaje que impacta a los pocos días en surtidores, cajeros y góndolas. Será difícil hasta para los medios opositores buscar una forma subliminal de apoyo a los paros que muy probablemente lancen de ahora en más.

Pero nada indica que los próximos sean días apacibles.