Opinión

En materia de integración en la región creo que lo más importante que hemos logrado son respuestas con identidad.

Por Alicia Kirchner

No copiamos ningún modelo ni adquirimos la patente de ninguna consultoría auspiciada por los países centrales que hoy agonizan en sus propias medidas financieras. No digo esto con soberbia pero estoy convencida de que cada pueblo debe encontrar sus propias soluciones. En el año 2001 el default se había desplomado sobre nosotros con casi el 60% de pobreza y el 27% de desocupación. Néstor Kirchner decía que habíamos asumido con más desempleados que votos obtenidos en la elección. En realidad, en la crisis 2001-2002 no había ningún incentivo para la producción y el trabajo. Hoy estamos en un punto de inflexión que nos exige seguir cambiando, y en ese cambio empiezan nuevamente a aparecer los exportadores de  soluciones más cercanos al Consenso de Washington, porque necesitan una reedición.
Vamos a tener que replantear y discutir nuevos caminos, comprender y entender que el crecimiento tiene que estar acompañado con una matriz productiva con innovación y tecnología. Ese es nuestro desafío. Tenemos que  alcanzar el crecimiento con desarrollo social.
No se puede construir un país sin un Estado activo presente y promotor. Grecia entregó el Estado y tantos otros países siguieron sus pasos, creyeron desde lo financiero haber alcanzado el desarrollo y terminan siendo furgón de cola del fundamentalismo del mercado.
El dinero no se reproduce a sí mismo y se ha demostrado que los que sí lo creyeron viven aún la pesadilla de sus pérdidas.
Los problemas que aún enfrentamos tienen que ver con viejas prácticas neoliberales. A la Argentina hay que verla, no con la última foto, sino con la dinámica de una serie que tiene siempre una causa original. Las ratas de la indolencia existieron en algunos gobiernos, con dirigentes que también fueron elegidos por el pueblo y que devastaron nuestras redes e infraestructura. Con recursos humanos y desarrollo tecnológico seguramente  y progresivamente vamos a satisfacer deudas históricas que aún no hemos superado.
Nuestro compromiso fue siempre hacernos cargo de las deudas como el default con el recordado corralito que aún estamos pagando y que nos limitan en inversiones.
Con errores, con aciertos, con defectos y con muchos dolores estamos reparando las injusticias. Claro, existen los parlantes que con total hipocresía se pasaron y pasan haciendo declaraciones contra este gobierno. Hicieron poco y tomaron decisiones devastadoras que hoy tenemos que revertir, trabajando por el crecimiento y la inclusión social. Somos conscientes que, en todos los días de este proyecto nacional, tenemos que construir ciudadanía, desterrar prácticas desiguales discriminatorias y arbitrarias, sabiendo que aún nos queda mucho por hacer.

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