La presidenta inauguró un centro de salud en Villa Fiorito

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Cristina evocó a Néstor Kirchner e insistió en que la mejor manera de homenajearlo es “seguir adelante con el proyecto nacional”.

Interpretó la lluvia como un buen presagio y apuró el recuerdo. “Es un muy buen símbolo. El día que me casé con Néstor diluviaba y fuimos, en estos 35 años que pasamos juntos, una mujer y un hombre muy felices”, señaló la presidenta Cristina Fernández. El homenaje a la figura del ex presidente y el intenso chaparrón de primavera enmarcaron el acto de inauguración de un centro de salud, la Unidad de Pronta Atención (UPA), que la mandataria encabezó en la localidad de Villa Fiorito, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora. La sorpresiva aparición de Diego Maradona sumó emoción. “El pueblo argentino ha recuperado la dignidad que había perdido, el orgullo, su derecho a tener trabajo, a tener salud y tener educación”, puntualizó Cristina en el breve discurso que dio ante los miles de vecinos del barrio que la historia del ex técnico de la Selección Argentina de Fútbol logró inmortalizar-.
Cristina había llegado al nuevo centro de salud primario junto al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y su colega brasileño del Estado de Río de Janeiro, Sérgio Cabral; el ministro de Salud, Juan Manzur; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; y el intendente local, Martín Insaurralde. Maradona se sumó poco después y quedó ubicado en la mesa principal del palco junto a la presidenta.

Cabral tiene una antigua relación con el kirchnerismo y un vínculo más reciente con Scioli, quien quedó impactado por su proyecto de centros de atención primarios –similares al inaugurado ayer en Villa Fiorito– en las favelas de Río de Janeiro. Reelecto este año por amplio margen, Cabral también conocía a Kirchner. Los había presentado el publicista Jorge Devoto, de antiguo vínculo con el kirchnerismo, en el verano de 1998.

Ubicada en la intersección de Camino Negro y Recondo, a 500 metros del Puente La Noria, la nueva unidad médica permitirá que unos 400 mil vecinos cuenten con un lugar para la atención primaria y de mediana complejidad durante las 24 horas del día en el barrio. El complejo cuenta con consultorios externos, ambulancias y un plantel que asciende a las 200 personas entre médicos, especialistas, enfermeros y empleados administrativos, según informó Presidencia.

“Esto parece junto con Maradona, casi un acto de la Unasur, un acto de la Patria grande”, dijo Cristina en el inicio de su mensaje, al mencionar, además, la presencia de Cabral. “El gobernador de Río estaba sorprendido del acto político. Nosotros festejamos así, cada vez que abrimos un hospital, inauguramos una escuela, un camino, agua potable. Festejamos porque es mejor calidad de vida y logros muy importantes”, dijo.

Actualmente, detalló la presidenta, están en funcionamiento más de 7000 centros de atención primaria de salud en todo el país y más de 500 centros integrados. Además, alrededor de 15 millones de personas reciben gratis del Ministerio de Salud, mediante el Plan Remediar, medicamentos genéricos.

La presencia de Maradona fue determinante en parte del discurso presidencial. “Nadie llega a ningún lado si no cree en sí mismo. Diego, que es de Villa Fiorito, que nació acá, que es uno de ustedes, uno de nosotros, sabe que cuando hay capacidad, voluntad y tenacidad, podemos llegar”, subrayó Cristina.
La presidenta recordó a Kirchner y su vínculo político en la región con el brasileño Lula Da Silva. “Juntos reconstruyeron los vínculos de amistad, solidaridad, cooperación y construcción conjunta entre Brasil y Argentina”, puntualizó.

Por otra parte, insistió en que la mejor manera de homenajear al ex presidente es “seguir adelante con el proyecto nacional, popular y democrático, el proyecto de redistribución de la riqueza, el proyecto de dignidad e integración regional que se logró”.  “Él merecía como pocos el amor de un pueblo por el que se sacrificó y creyó profundamente en él, cuando nadie creía en la Argentina. Cada vez que alguien le decía desde un diario o despacho recóndito que no se podía, él redoblaba el esfuerzo y la voluntad para llegar al objetivo”, advirtió.

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