El Banco Patagonia SA aceptó devolver importes que su antecesor el Lloyds Bank había cobrado a los titulares de tarjetas de crédito Visa, Argencard y/o Mastercard en concepto de “cargo de gestión de cobranza” y “seguro de saldo deudor”, con sus intereses a tasa activa.

101118_Banco_Patagonia
Los montos serán depositados en sus respectivas cuentas, incluso para los que no continuaran siendo clientes del banco. Este logro es fruto de un acuerdo transaccional celebrado en un proceso colectivo tramitado ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial n° 12, del doctor Rafael Cruz Martín, por tres asociaciones de consumidores.

Consumidores Argentinos, Consumidores Libres y Unión de Usuarios y Consumidores habían promovido una acción colectiva reclamando que se restituyan esos conceptos a los usuarios de tarjetas de crédito, por considerarlos indebidos.

El acuerdo celebrado con Banco Patagonia beneficia a los clientes en todo el país, excepto los de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, porque en esa jurisdicción el reclamo estuvo a cargo de la Dirección de Defensa de Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires.

Un gran acuerdo

El acuerdo fue considerado muy satisfactorio en el ámbito de las asociaciones de consumidores por dos particularidades. Por un lado, incluye en el grupo beneficiario no sólo a los clientes activos del banco, sino a aquellos que por cualquier motivo hubieran cancelado sus tarjetas de crédito. En segundo lugar, el acuerdo prevé un detallado régimen de notificación para garantizar su cumplimiento.

A fin de que los clientes tomen conocimiento efectivo de que tienen sumas para cobrar, el Banco publicará un aviso, durante dos días por mes -uno de los cuales debe ser domingo- por un período de tres meses, en los diarios Clarín y La Nación. El aviso deberá estar ubicado en la sección principal y a dos columnas, así detalla el documento.

Adicionalmente, el Banco Patagonia enviará una carta a sus clientes incluidos en el grupo colectivo beneficiado, a fin de avisarles que les serán depositados los importes restituidos en sus cuentas. La carta debe ser recibida con 15 días de antelación a la recepción del resumen donde se acrediten las sumas, lo que tendrá lugar dentro de los 120 días de homologado el acuerdo. Incluso, para mejor información, se establece que el crédito será identificado con la leyenda “Devol. Cargo cf.nota”.

Que nadie se quede afuera

Para los clientes que hubieran cesado la relación con el Banco, si luego de 60 días de las publicaciones no se han presentado a cobrar, aquél les remitirá una carta de aviso al último domicilio conocido por la entidad. Los textos de las cartas están preestablecidos en el convenio.

Si luego de 30 días, aún no se presenta, el banco debe indagar si el ex cliente tiene cuenta en otra entidad financiera a través de la Organización Veraz y las bases unificadas para clientes Visa y Argencard, a fin de acreditarle los importes en otro banco. A su vez, en los avisos respectivos, se indicará a los clientes no activos un teléfono para informarse sobre cómo percibir el dinero con la simple acreditación de su identidad.

Para comprobar que el Banco cumpla con las obligaciones a su cargo, una vez vencidos todos los plazos, se realizarán certificaciones contables sobre la devolución de las sumas. Para el caso de incumplimiento se establece una penalidad equivalente al doble de la tasa de interés activa, capitalizable, calculada sobre el monto del incumplimiento, más el daño punitivo que corresponde por la Ley de Defensa del Consumidor. [Descargar el Acuerdo aquí]

Hacia una mayor confianza en el sistema


Finalmente, pese a la resistencia de buena parte de la jurisdicción, se comienzan a ver los resultados saludables de las acciones colectivas de defensa del consumidor. No nos referimos solamente al cobro de sumas que individualmente pueden ser exiguas; es lo de menos.

Lo verdaderamente importante es que el cliente pueda volver a confiar en el sistema bancario porque hay asociaciones especializadas que se ocupan de vigilar que las leyes y las normas reglamentarias se cumplan, para que no se abuse de la letra chica que el usuario nunca puede cuestionar, para que no haya enriquecimientos indebidos fruto del abuso.

Además, esto también es bueno para los bancos, ya que conduce a un clima de mayor seguridad y confianza en el sistema.

www.mercadoytransparencia.org - 181110